[Artículo] La seguridad del paciente desde la perspectiva del paciente y la familia: Cómo implementar la participación activa
La seguridad del paciente se ha consolidado, en las dos últimas décadas, como uno de los pilares esenciales de una atención sanitaria de calidad. Desde el informe “To Err Is Human” (Institute of Medicine, 1999), que destacó la magnitud de los daños prevenibles en los sistemas de salud, las organizaciones han comenzado a estructurar sus programas de seguridad con base en protocolos, barreras de defensa y fortalecimiento de la cultura organizacional. Sin embargo, hay un elemento crítico que sigue subutilizándose: La participación activa del paciente y su familia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de su Programa Mundial de Seguridad del Paciente y la campaña Medication Without Harm, afirma que la participación del paciente es una de las estrategias más efectivas para reducir los eventos adversos. De manera similar, el Institute for Healthcare Improvement (IHI) y la Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ) demuestran, con un amplio conjunto de evidencias, que los pacientes informados y empoderados que están incluidos en el proceso de toma de decisiones participan activamente en la prevención de errores, la identificación temprana de riesgos y la mejora continua de la atención sanitaria.
En este libro electrónico, analizamos la participación del paciente y la familia como un componente estructurante de la gestión de riesgos y presentamos estrategias prácticas basadas en evidencia para implementar un modelo de participación activa, segura y efectiva.
- La perspectiva del paciente y la familia sobre la seguridad del paciente
1.1. Entender el cuidado desde la experiencia vivida
La literatura muestra que los pacientes y sus familias perciben factores de riesgo que muchas veces son invisibles para los equipos de salud. Estudios como el de Masso et al. (2019), publicados en International Journal for Quality in Health Care, muestran que las experiencias subjetivas se correlacionan con una mayor vulnerabilidad a eventos adversos.
La perspectiva del paciente abarca dimensiones que se extienden más allá de la mirada clínica: miedo, confianza, comprensión, autonomía y sentido de pertenencia. Desde esta perspectiva, la seguridad no es simplemente la ausencia de daño, sino la garantía de un entorno de atención transparente, respetuoso y receptivo que satisfaga las necesidades individuales.
Bruno Stefan
Marcel Muraro