[Artículo] Los 5 Momentos para la Higiene de las Manos: Reflexiones Críticas sobre un Modelo de la OMS hace más de 10 años
En 2021, BMJ Quality & Safety publicó un artículo titulado “The problem with ‘My Five Moments for Hand Hygiene’”, que plantea cuestionamientos a elementos clave establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la atención brindada a los pacientes, ya sea en hospitales, clínicas o equipos de home care, se promueve ampliamente la higiene de manos entre profesionales de la salud y visitantes/acompañantes dentro de estos contextos de salud.
Esto se debe a que la correcta higiene de las manos es mencionada por varios autores como la medida más importante para la Prevención y Control de Infecciones Asociadas a la Atención en Salud (IAAS), ya que interfiere directamente en la cadena de transmisión de microorganismos, lo que requiere de un Agente infeccioso y, entre otros eslabones de la cadena, una Fuente o Reservorio, que pueden ser las manos contaminadas u otra superficie.
En 2009, la OMS publicó un modelo denominado “5 Momentos para la Higiene de las Manos”, que tiene como objetivo orientar a los profesionales de la salud sobre la relevancia de una adecuada higiene de manos en los momentos adecuados, en el contexto de la atención de la salud, con el fin de controlar y prevenir la ocurrencia de las IAAS.
Sin embargo, el artículo citado cuestiona algunos de los puntos ampliamente establecidos por la OMS. Cabe recordar que los “5 Momentos para la Higiene de las Manos” son:
1. Antes del contacto con el paciente;
2. Antes de realizar cualquier procedimiento aséptico;
3. Después del riesgo de exposición a fluidos corporales;
4. Después del contacto con el paciente;
5. Después del contacto con zonas cercanas al paciente.
Los autores señalan algunos puntos que, en su opinión, podrían ser revisados, como, por ejemplo, la actualización del programa debido a que fue creado hace más de diez años. Cabe destacar también que las rutinas de los profesionales y las condiciones estructurales muchas veces dificultan su implementación, ya que cada individuo tiene sus propias necesidades y cada entorno su particularidad, como ejemplo, se mencionan los adultos mayores con enfermedades crónicas y, en consecuencia, susceptibles a infecciones, quienes están más expuestos y son atendidos en ambulatorios comunitarios.