[Artículo] Tiempo Promedio de Estancia y Tasa de Utilización de Recursos Estandarizada: Indicadores clave en el análisis de la eficiencia en las UCI
El Tiempo Promedio de Estancia es un indicador hospitalario que mide el tiempo de uso de las camas por paciente. Es importante resaltar que no se refiere al tiempo de estancia hospitalaria individual, sino al promedio de días de uso de la estructura hospitalaria por paciente.
El cálculo del Tiempo Promedio de Estancia se realiza dividiendo el número de pacientes-día (suma de todos los días de estancia) por el número de salidas (altas, fallecimientos y traslados).
Conocer el Tiempo Promedio de Estancia aporta varias ventajas, como:
- Evaluar la eficiencia clínica: Un tiempo promedio elevado puede indicar dificultades en el alta (como retrasos en los exámenes o falta de disponibilidad de camas en el sector de destino), mientras que un tiempo muy bajo puede sugerir altas tempranas (con riesgo de reingresos) o resultados adversos. De este modo, el indicador ayuda a identificar cuellos de botella específicos para la mejora;
- Identificar perfiles y necesidades de los pacientes: permite identificar pacientes con mayor riesgo de hospitalizaciones prolongadas y que, por tanto, requieren mayor atención;
- Mejorar la calidad y la seguridad del paciente: variaciones bruscas en el Tiempo Promedio de Estancia pueden indicar la ocurrencia de eventos adversos o infecciones que prolonguen la hospitalización;
- Planificar y asignar recursos: con base en este indicador, es posible estimar la necesidad de insumos, equipos y camas, optimizando la gestión de recursos;
- Mejorar la eficiencia operativa: El Tiempo Promedio de Estancia permite evaluar la fluidez de los flujos asistenciales y la eficiencia interna de la unidad;
- Realizar benchmarking: permite comparar el desempeño institucional con estándares de otras unidades, identificando oportunidades de mejora.
Como cualquier indicador, el Tiempo Promedio de Estancia debe analizarse en conjunto con otros datos para componer una visión completa de la unidad. Cuando se utiliza bien y se interpreta de forma contextualizada, ofrece una contribución valiosa tanto para mejorar la asistencia como para una gestión hospitalaria más eficiente – promoviendo un sistema de salud más seguro, resolutivo y centrado en el paciente.