[Artículo] ¿Cómo ofrecer una atención continua y segura durante todo el recorrido del paciente?
La seguridad del paciente está intrínsecamente ligada al derecho a una atención oportuna, eficiente, equitativa y continua. Esto nos lleva a una reflexión crítica sobre los desafíos para ofrecer una atención coordinada y centrada en el paciente, especialmente en circunstancias en las que la fragmentación del sistema de salud y la desigualdad en el acceso aún comprometen los resultados clínicos, la experiencia del paciente y el uso racional de los recursos de salud.
En este contexto, ampliar el acceso significa garantizar que todas las personas, independientemente de su ubicación geográfica, nivel socioeconómico o situación clínica, puedan recibir atención segura y basada en evidencia. Sin embargo, el acceso por sí solo no es suficiente. Es necesario que la atención se brinde de forma integrada, combinando la atención primaria, especializada, hospitalaria y de rehabilitación en un proceso continuo, sin interrupciones que puedan comprometer al paciente.
La fragmentación de la atención es uno de los factores que más contribuyen a la aparición de eventos adversos. La transferencia inadecuada de información, la falta de comunicación entre profesionales de distintos servicios, la ausencia de protocolos compartidos y los fallos en la coordinación de la atención son causas comunes de incidentes que afectan negativamente la seguridad y la calidad asistencial.
Por ello, adoptar estrategias orientadas a coordinar la atención, fortalecer la comunicación en salud y utilizar tecnologías de información integradas es fundamental para garantizar una experiencia segura de principio a fin.
A continuación, enumeramos ocho acciones para fortalecer la atención continua y segura durante todo el recorrido del paciente.
1. Fortalecer la coordinación de la atención
Las instituciones pueden promover la integración entre los distintos niveles asistenciales (primario, especializado, hospitalario y de rehabilitación) mediante flujos bien definidos y una comunicación efectiva entre los equipos. Esto reduce la fragmentación y mejora las transiciones de los pacientes entre servicios.